TIERRA AJENA

Poseo un cuaderno donde escribo mis sentires. Un lapicero de colores para cambiar humores. Una regla, un compás unas tijeras, óleos y pinceles muy usados... Y colgando en la ventana, mirando hacia el otro lado un pájarito enjaulado. Un dispositivo que pendiente de mi vida registra mi progreso en papel cuadriculado. Tengo un libro que he leído siete veces y me ha enseñado a descifrar el misterio de los meses... Setecientos noventa y dos y continuan pasando demostrando que el final viene ligado con mi aliento. Y mientras más respiro, indiscutiblemente más se acerca... Aproximándose victorioso en las manijas del tiempo. En esos años aprendí, que hay primaveras que duran un segundo. Que existe un invierno en el que no te calienta un abrigo. Que el verano sin lluvia se hace eterno y el otoño deshoja tu piel, sobre el camino... Que los sueños en la vida son un coma profundo ...