VUELO DE LA MARIPOSA

Una mañana de abril me fui escurriendo
por el quebrado cristal de mi ventana
respiró libertad mi alma de niña
y me alejé en zapatillas algo gastadas.

Supe que si crecía alas, volaría
y por las alas clamé de noche y día
cuando crecieron, viajé, surcando vías
por caminos plenos de melancolía...

Y los vientos volaban mis cabellos
y de mis ojos una lágrima que ardía
lentamente recorrió mi piel, serena
tallando mi poesía de mar y arena.

¡Soy un poco de  mar y un puñado de arena!
La tristeza dejó un camino entre mis cejas.
En mis hombros llevo, mi mochila y mi guitarra.
Y en mi versos,  los lamentos de la tierra.

 

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