Hubo una estrella que quiso ser hoja. Quiso bajar y apreciar la vida. Quiso desde lo alto de un árbol dar sombra y morir en el otoño algún día. Se preguntaba si renacería con el mismo ideal en primavera. Si sería luz o si sería vera o tan solo un recuerdo una pasión, una bandera.
Una mañana de abril me fui escurriendo por el quebrado cristal de mi ventana respiró libertad mi alma de niña y me alejé en zapatillas algo gastadas. Supe que si crecía alas, volaría y por las alas clamé de noche y día cuando crecieron, viajé, surcando vías por caminos plenos de melancolía... Y los vientos volaban mis cabellos y de mis ojos una lágrima que ardía lentamente recorrió mi piel, serena tallando mi poesía de mar y arena. ¡Soy un poco de mar y un puñado de arena! La tristeza dejó un camino entre mis cejas. En mi espalda llevo, mi mochila y mi guitarra Y en mi versos, los lamentos de mi patria.
se destrabaron las notas... Saludos.
ResponderBorrarSaludos cordiales
Borrar