Refugiada en el vientre de las sombras Disfruté del reposo al estar sola Despojada de mis luchas y mis guerras... ¡¡¡Me rendí al deseo de la tierra!!! Y fui semilla enterrada en sus adentros mudando la piel seca y arcaica empujando hacia el sol, buscando vida en total solitud y aislamiento... Y el sentir de mi alma escribí en versos al conciliar mi camino con los designios de la tierra.
COLOR MORRIÑA (antipoesía) Escucho la voz que me habla en el camino. Un camino que me acerca día a día a un inevitable destino. El camino del adiós, el camino de olvido. Pero antes de irme, explico De qué estoy agradecido... Agradezco al invierno frío y las luchas que le dieron, a mi espíritu, alberdrío... Cerré ciclos, abrí puertas e intenté siempre algo nuevo. Y no me aferré, por temor; a lo que por rutina, era viejo. Por experiencia lo digo y no es porque yo reniego; que a mí, mis padres me hicieron en una noche de invierno... Con un corazón de hielo y de manos congeladas, guapié por toda la vera cuando emprendí mi jornada. Hablé y detuve al viento. Al trueno maldije lejos. Las tormentas no me hundieron en profundo derrotero.... Las rodillas me sangraron mis manos miré vacías y cuando me vi al espejo miré una cara sombría. Entre lo burdo de mi vida y la escasez de crecimiento...
se destrabaron las notas... Saludos.
ResponderBorrarSaludos cordiales
Borrarmuito bonito
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