ESPIGA AL CIELO
El jardín siente bien en su abrazo... Esa espiga que crece hacia el cielo.
Y su rosa se permea el rocío que humedece lo sutil de su suelo.
Y embaduna la boca del río
golpeando la maleza y la arena.
El recurrente vaivén de las olas
enardecen su cuerpo sirena...
Desmaya convirtiéndose en bruma
en marullos de mar, blanca espuma.
Del río al mar, del mar al cielo
pasiones de flor y de hierba.
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