LUZ DEL ALBA

Cerrando mis ojos a la noche
apresuré mis pisadas hacia el comienzo del día.
Un destello de esperanza
se fundió fugaz 
con la claridad de la aurora.
Sentí mi corazón renacer...,


¡y sobre mi pecho de luna
un pequeño rayo de sol!

Dejé esa luz encendida                           y en mis manos sostuve la victoria.

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