EL RELOJ

Mil sentimientos suspendidos
como péndulo de reloj.
En mi continuo oscilar 
cada segundo me muevo,
pero tan solo hacia los lados...
¡Sufro la pena de mi pueblo
y lloro, con el llanto de mi gente!

Llanto de voces enterradas,
de ojos hundidos 
sumidos en una osamenta 
fría y deteriorada.
Así, sentada 
entre mis antiguos muertos
oigo su triste lamento
pues al mirar 
en la ventana del tiempo  
vieron cumplido 
lo que le habían advertido
a su pueblo...
¡¡¡Sufro la pena de mi gente
y con mis muertos lloro
un llanto viejo!!!

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