Fui raíz replantada que un poco después llegó a ser hoja...
Y en una rama obstinada
me aferraba a lo que más amaba.
Despues fui lamento
que pasó a ser llanto.
Fui surco de río agotado
en tierra extranjera.
Palmera moribunda y expatriada
unida a una pila de hojas secas,
que esperaba su turno
para la quemada...
Y al final de mi jornada
no fui raíz
ni hoja
ni palma.
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