Color Morriña
COLOR MORRIÑA (antipoesía)
Escucho la voz que me habla en el camino.
Un camino que me acerca día a día
a un inevitable destino.
El camino del adiós, el camino de olvido.
Pero antes de irme, explico
De qué estoy agradecido...
Agradezco al invierno frío
y las luchas que le dieron,
a mi espíritu, alberdrío...
Cerré ciclos, abrí puertas
e intenté siempre algo nuevo.
Y no me aferré, por temor;
a lo que por rutina, era viejo.
Por experiencia lo digo
y no es porque yo reniego;
que a mí, mis padres me hicieron
en una noche de invierno...
Con un corazón de hielo
y de manos congeladas,
guapié por toda la vera
cuando emprendí mi jornada.
Hablé y detuve al viento.
Al trueno maldije lejos.
Las tormentas no me hundieron
en profundo derrotero....
Las rodillas me sangraron
mis manos miré vacías
y cuando me vi al espejo
miré una cara sombría.
Entre lo burdo de mi vida
y la escasez de crecimiento
que mi experiencia aporta
a este color morriña
con tonos de mediocridad
que me atormentan...
¡¡¡Existo!!!
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