DEDOS DE TERCIOPELO
Extraño tus brazos en la recamara, a oscuras, ansiosa contemplo la tenue luz de la luna y como en un hechizo, mis labios te nombran; tu silueta aparece en el espacio de sombras.
Me llevas de la mano hacia un lugar secreto, senderos cubiertos de flores silvestres, linderos y montes, pieles y velos con grama de alfombra y ventana al cielo.
Admirable pasión, caricias en vuelo. Rocío vertiente. Dedos de terciopelo. Retruena la vida, desbordando el deseo; magia que te eleva a volar entre ensueños.
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